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Adoptar una actitud tolerante en nuestra vida mejora nuestra salud física, fortalece nuestra salud mental y, al mismo tiempo, nos permite crear relaciones más fuertes y una sociedad más armoniosa. Pero ¿sabes quién es la primera persona con quien debes ser tolerante?
Con la asesoría de la doctora María Teresa Ortiz, psicóloga y médica, terapeuta holística y facilitadora de procesos de consciencia.
La tolerancia es un valor moral que implica aceptar y respetar las creencias, valores y comportamientos de otros sin juicios ni prejuicios. Es la clave para convivir en armonía, pero no solo es un ejercicio de respeto hacia los otros, sino también una inversión en nuestro propio bienestar porque tiene efectos profundos en nuestra salud mental y física.
Te preguntarás cómo funciona… Cuando nos enfrentamos a opiniones o comportamientos contrarios a los nuestros, podemos reaccionar con irritación, lo cual eleva la producción de cortisol, la hormona del estrés. Esta hormona, si se mantiene alta durante períodos prolongados, puede contribuir al desarrollo de problemas de salud como hipertensión, diabetes, problemas digestivos o enfermedades cardíacas. Ser tolerantes ayuda a que nuestro cuerpo se mantenga en un estado de relajación, con niveles bajos de cortisol, previniendo el desgaste físico y mental que puede causar el estrés crónico.
La tolerancia debe practicarse con cualquier persona o situación a nuestro alrededor, pero no olvides que todo empieza por la persona más importante: tú mismo o tú misma. Ser tolerantes con nosotros mismos es la base para mejorar nuestra vida. La autocrítica excesiva y el sentimiento de culpa autoimpuesto pueden desencadenar el mismo tipo de estrés que la intolerancia hacia los otros. Cuando nos tratamos con compasión y aceptamos positivamente nuestras limitaciones y errores, disminuimos los niveles de estrés y creamos una base emocional más estable y saludable.
La empatía se fortalece al escuchar y entender la perspectiva de los demás. Las personas tolerantes suelen aprender de las diferencias, desarrollando una mente más abierta y flexible que les permite ver más allá de sus propias creencias.
Las personas que practican la tolerancia tienden a escuchar y comprender a los demás, lo cual fortalece los lazos sociales y favorece el apoyo mutuo. Las relaciones basadas en la comprensión y el respeto contribuyen a crear un entorno de seguridad emocional, lo que tiene un fuerte impacto positivo en la salud. Estudios han demostrado que mantener relaciones sociales de calidad reduce el riesgo de enfermedades como la depresión, y también mejora la función inmunológica.
La capacidad de diálogo y comprensión no solo disminuye los conflictos, también fomenta un estado de tranquilidad y serenidad que promueve tanto la creatividad como la productividad.
La tolerancia nos permite aceptar y adaptarnos a circunstancias adversas, lo que reduce la probabilidad de desarrollar trastornos de ansiedad o depresión. La capacidad de aceptar lo que no podemos controlar se convierte en una herramienta poderosa para mantener la paz mental, y evita que los problemas cotidianos afecten a tu bienestar emocional.
El estrés crónico puede debilitar las defensas naturales del cuerpo y lo hace más vulnerable a infecciones y enfermedades. Las personas que practican la tolerancia suelen tener menos conflictos y estrés, lo cual favorece que el sistema inmunológico funcione de manera óptima.
Los beneficios de una actitud tolerante también impactan a nivel social. En un mundo cada vez más polarizado, con unas redes sociales que favorecen las opiniones exaltadas y discriminatorias, la tolerancia se convierte en una herramienta fundamental para construir comunidades saludables, reducir los conflictos y mejorar la convivencia.
Si tú también tienes la tentación de reaccionar con agresividad cuando algo te contraría… No te des por vencido: la tolerancia se puede cultivar. Eso sí, convertir la tolerancia en un estilo de vida requiere práctica y paciencia. Aquí te contamos algunas estrategias que te pueden ayudar a desarrollar tu capacidad para ser tolerante:
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