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Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en el mundo. Por ello, es primordial proteger la salud del corazón y de los vasos sanguíneos. ¿Sabes cómo lograrlo? En el siguiente artículo te contamos cómo identificar y mitigar los factores de riesgo cardiovascular para que así puedas acercarte a una vida plena y saludable.
Con la asesoría del Dr. Ricardo Gómez Palau, médico internista especialista en Cardiología y máster en Hipertensión Pulmonar. Prestador de Coomeva Medicina Prepagada.
Los infartos o ataques cardíacos, la falla cardíaca y los accidentes cerebrovasculares (también conocidos como derrames cerebrales) son las principales causas de muerte en el planeta. Por esa razón, es crucial que reconozcas y comprendas cuáles son los factores de riesgo que incrementan la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Solo así, será más fácil que las mantengas a raya.
Hay que prestar especial atención a la hipertensión arterial, la dislipidemia (colesterol y triglicéridos elevados), la diabetes y la enfermedad renal, porque son patologías que aumentan mucho el riesgo a sufrir problemas cardiovasculares.
Pero no todo está perdido. Si adoptas medidas preventivas, podrás reducir significativamente el riesgo de padecer enfermedades del corazón. A continuación, te damos algunos consejos que puedes poner en práctica desde ya.
Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es una gran aliada para mantener un peso corporal saludable. Modera el consumo de azúcares añadidos, sal y grasas saturadas.
Establece una rutina de ejercicios semanal de, al menos, 150 minutos de actividad física con intensidad moderada o de 75 minutos de actividad física con intensidad alta.
La relación entre el tabaquismo y las enfermedades cardiacas es ampliamente conocida. En lo posible, deja de fumar, y si no lo haces, trata de no exponerte al humo como fumador pasivo.
Asegúrate de dormir la cantidad de horas recomendada para tu edad. Adopta prácticas de higiene del sueño y mantén una rutina de descanso cada día.
Esto es especialmente importante y más si tienes diabetes, ya que niveles altos de azúcar en tu cuerpo incrementan significativamente el riesgo de que contraigas una enfermedad cardiovascular.
Mantener los niveles de colesterol dentro de parámetros saludables evita que se acumule en los vasos sanguíneos. En algunas situaciones, puede ser necesario recurrir a tratamiento médico para bajar el colesterol.
Idealmente se debe tener una presión por debajo de 120/80 milímetros de mercurio. La actividad física regular, una dieta saludable y, si es necesario, medicación, pueden ayudarte a lograr esta meta.
En resumen, mantener un corazón saludable implica combatir los factores de riesgo cardiovasculares. Aunque no puedas controlarlos todos, concéntrate en los que sí puedes modificar: así disminuirás la probabilidad de que tu corazón o tus vasos sanguíneos sufran de alguna afección. Sigue nuestras recomendaciones: tu corazón te lo agradecerá.
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