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La artrosis es una enfermedad articular degenerativa que llega con la edad. Sin embargo, con el envejecimiento de la población mundial y las crecientes tasas de obesidad y de la práctica de deportes de alto impacto, se espera que la incidencia de la artrosis siga en ascenso y sus síntomas empiecen en edades cada vez más jóvenes.
Si tienes dolor, inflamación y rigidez en las articulaciones, en especial cuando las mueves, es posible que padezcas artrosis, también llamada osteoartritis y osteoartrosis, una enfermedad degenerativa que se produce cuando el cartílago que recubre las articulaciones se desgasta. Como el cartílago es el encargado de evitar la fricción entre los huesos en movimiento, su desgaste no solo produce el típico «crujido», sino que ocasiona dolor y puede llegar a ser muy discapacitantes. De hecho, es una de las diez enfermedades más discapacitantes y una de las que contribuye en mayor porcentaje al total de años que una persona vive con una discapacidad.
Según las estadísticas, la artrosis afecta a las personas a partir de los 50 años, sobre todo si realizan labores físicas muy repetitivas o trabajan en malas posiciones. Además, afecta más a las mujeres (18 %) que a los hombres (10 %). Aunque, en principio, podría aparecer en cualquier articulación, la artrosis se presenta con mayor frecuencia en rodillas (14 % de los casos), manos (7 %) cadera (4 %) y columna, tanto cervical como lumbar.
No se trata solo de una afección física, sino mental. En los casos más avanzados, la artrosis limita mucho el movimiento, la persona pierde independencia a causa del dolor, necesita asistencia para tareas cotidianas y esto deteriora su calidad de vida y sus relaciones personales. Se calcula que 4 de cada 10 personas con artrosis avanzada padecen también depresión, por lo que el tratamiento a menudo requiere un equipo multidisciplinar.
Además de la edad o la genética, factores como el estrés en la articulación por actividades deportivas o laborales repetitivas con sobrecarga articular, lesiones articulares previas o un estilo de vida poco saludable que incluya sedentarismo, obesidad, tabaquismo o exceso de alcohol… pueden desencadenar artrosis en personas menores de 40 o hasta de 30 años.
Aunque la artrosis es una enfermedad crónica, ya que el cartílago no se puede regenerar, recuerda que no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Llevar una vida activa, mantener un peso saludable, higiene postural y una dieta balanceada, son las mejores estrategias para proteger no solo las articulaciones, sino nuestra salud en general.
Estas son algunas de las estrategias para evitar o reducir los síntomas de la artrosis:
Caminar a buen ritmo, hacer bicicleta sin resistencia o nadar son excelentes ejercicios para aumentar la resistencia y fortalecer los músculos alrededor de la articulación afectada para que sea más estable. Otras alternativas son el taichi y el yoga.
Una técnica costo efectiva con buenos resultados. El calor, en especial el calor húmedo, ayuda a los músculos a relajarse y alivia el dolor. Por su parte, el frío ayuda a aliviar los dolores musculares y a disminuir los espasmos.
Tomar suplementos dietéticos como colágeno, magnesio, glucosamina… ayuda a mejorar la hidratación y nutrición del cartílago protegiendo las articulaciones. El especialista establecerá qué suplemento es mejor en cada caso y cómo debe administrarse.
Las inyecciones directas en la articulación controlan los síntomas al lubricar y disminuir la respuesta inflamatoria secundaria a la osteoartrosis. Se emplean antiinflamatorios esteroideos, ácido hialurónico y, más recientemente, el plasma rico en plaquetas. Sin embargo, su efecto es temporal y de mantenimiento, por lo que deben administrarse cada cierto tiempo, según el criterio del especialista.
Procedimientos ortopédicos que se realizan para reparar y preservar una articulación deteriorada que causa dolor. En pacientes jóvenes y activos, se usan los injertos osteocartilaginosos, con el fin de prolongar la vida de la articulación.
En edades avanzadas y cuando el dolor es muy incapacitante, el reemplazo de cadera o rodilla tienen excelentes resultados para devolver la calidad de vida al paciente.
Y una recomendación final. Si sientes dolor en alguna articulación, aguantarlo no te hace más fuerte. Lo mejor es consultar al médico ante cualquier molestia. Un tratamiento oportuno puede ganar años de sobrevida articular y una vida más plena. Recuerda que con Coomeva Medicina Prepagada tienes un cuadro médico con especialistas de primer nivel.
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